Los extraterrestres no tienen pobres

La pobreza es una invención humana. No fue importada del espacio exterior ni fue ofrendada por alguna especie. No ha sido exportada aún fuera de los límites planetarios. Algunos estarán orgullosos de esta obra exclusivamente terráquea, otros no

Pol
3 min readJul 16, 2023
Gokul Pillai realizó imágenes de magnates en un barrio de extrema pobreza con ayuda de la IA Midjourney.

La pobreza es un asunto estrictamente humano. Surgió hace muchos años, miles o millones de años atrás. La historia olvidó el nombre de la primera persona que murió por falta de alimentos mientras sus vecinos andaban de tragantonas y banquetes, pero sabemos que ese primer mártir de la inhumanidad existió.

Tenemos la certeza comprobada de que vivió entre los confines de este planeta ese “eslabón perdido” entre la humanidad original altruista que nos precedió y la actual sociedad normal egoísta. Consta sencillamente si vemos la realidad actual.

¡Sí, fuimos mejores! Fuimos seres superiores eones atrás, pero ya pocos piensan en ello, o ninguno lo recuerda. Aquel primer muerto en la pobreza, el ancestral eslabón de una cadena que llega hasta nuestros días, reclama ser escuchado. “Yo soy la muerte inicial de una injusticia continuada”. Como él, un hombre único y distintivo que sucumbió pobre, millones continúan su legado.

Su nombre no se recuerda, no está escrito en la historia como Kushim, pero su legado, su triste fortuna todavía prosigue.

El día en que falleció la primera víctima de la pobreza la historia inauguró el rechazó del ser humano a su llamado más básico, natural y universal: ayudar al otro. Desde entonces, y miles, o millones de años después, la sociedad normal egoísta perfeccionó el arte de olvidarse del otro.

La normalización egoísta de la pobreza no deja de ser sorprendente. Domina la filosofía del no me afecta si afecta sólo al otro cuando la sociedad original altruista se regía por me afecta a mí si afecta a otro.

Mientras exista la pobreza los humanos seremos la especia más cruel y descarnada del universo. No preexiste ninguna razón que justifique su existencia. La pobreza existe por la adoración desmedida de las personas por la normalidad, ni siquiera por las riquezas.

Cuando las cosas se regularizan y pasan a ser parte del paisaje ya no necesitan esfuerzo sino ignorancia. Aunque la situación de la pobreza siempre llama a ayudar, no todos responden. ¿Por qué? Porque la responsabilidad no implica necesariamente acción.

No todos responden al llamado del deber. Cada uno es responsable solo de su vida.

¿Por qué? Por comodidad. Para hacer algo por el que sufre es preciso incomodarse. Y los seres humanos elegimos el bienestar propio por sobre el ajeno, o al menos eso nos hicieron creer.

¿Por qué? Porque en realidad estamos fabricados de manera altruista. Por eso no hay nada que produzca mayor placer físico, mental y espiritual que ayudar. ¡Nada da más satisfacción que servir, pero elegimos olvidarlo!

Si lo recordáramos no existiría más la pobreza. Nada. Cero. ¿Pero por qué no lo recordamos? Por una porción de pereza y una ración de orgullo.

Los seres extraterrestres no tienen pobreza. Ni los E.T., ni los dinosaurios intergalácticos, ni los pintorescos individuos de la cantina de Star Wars sufren la pobreza. La pobreza no existe fuera del planeta Tierra. Es una marca registrada de la humanidad, una de sus peores herencias. ¿Para qué inventó la raza humana esa aberración?

Por la necesidad de tener un problema que solucionar. Era preciso argumentar sobre una injusticia económica señalando con el dedo acusador, analizando, disecando y explorando alternativas creativas para solucionarla. La pobreza es un enigma, un Sudoku de los humanos superiores, y los pobres son números y porcentajes, columnas y filas para completar como pasatiempo.

No importan las personas con hambre y sed de alimentos, y futuro. En un planeta abundante en recursos y riquezas no puede faltar el entretenimiento. “Creemos la pobreza a nuestra imagen y semejanza”, y veamos qué sucederá entre las personas que les falta y las que les sobra.

¿Por qué el ser humano necesitó generar la barbaridad? Según la mirada dependerá la respuesta.

Lo que es seguro es que lo alienígenas no tienen pobres, ni uno. Y no porque sean mejores, ni más justos o de inteligencia superior, simplemente ellos no se equivocaron, y siguen siendo altruistas.

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