Axioma 5: Nadie ama lo que no conoce

Pol
2 min readAug 12, 2022

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Photo by Dan Cristian Pădureț on Unsplash

Un manto obscuro separa a los seres humanos de lo desconocido. Lo que está del otro lado es un misterio. Hay algunos indicios que alumbran al conocimiento sin colmarlo. Esa intriga permanente incita a las personas a descubrirlo. Sin importar lo que hagan nunca sabrán qué habita allende el velo de la realidad lógica.

Algunos insisten con la certeza de que del otro lado somos conocidos completamente, que los que allí residen saben nuestro nombre. Repiten que cada uno fue regalado con un destino, una misión, una razón de ser que motoriza su existencia. Atinan a decir que somos amados tal cual somos. La historia cuenta de personas que se supieron amados, e incluso, se sintieron amados.

¿Qué es lo que existe más allá de la racionalidad que nos atrae? El anhelo del conocimiento de lo desconocido. Por ello el hombre sale de sí mismo para ir hacia los límites. Atraídos por esa fuerza infinita las personas dejan atrás las vestiduras de carne y hueso, e incluso la seguridad de la mente para lanzarse en el descubrimiento de ese imán que posee un magnetismo irrefrenable.

La cosa impersonal termina convirtiéndose en alguien, personalísimo y afectivo. Se le ponen nombres, dependiendo la cultura y el tiempo a ese ser extraordinario. ¿Quién eres misterio desconocido que me conoce hasta lo más recóndito de mi ser? ¿Cuál es tu nombre?

El alma hurga, lee, pregunta, trastabilla, se levanta y cae nuevamente, pero sigue la búsqueda inagotable de la fuente inagotable que atrae. Esa atracción que mana un amor único, cálido y doloroso. Hacia lo desconocido marcha el que quiere abrazar el misterio, entre cardos y piedras, calor y agotamientos marcha esperando llegar algún día a cumplir su destino.

Es imperativo conocer a lo desconocido. Es menester dialogar con el misterio. Hay que ponerse en movimiento para llegar a encontrarlo, incluso sabiendo que jamás se lo verá. Para amar hay que arriesgar, salir de la comodidad, huir del conformismo, odiar la mentira y el orgullo que brindan bienestar.

El impulsor de esta búsqueda suele ser el dolor, el sufrimiento, la incomprensión de lo vital, la oscuridad de este lado de la oscuridad, el miedo en la confianza, la templanza en la prueba, la esperanza que espera contra todo y la fe inquebrantable.

El llanto, la piel ajada, los labios secos, el corazón roto, el alma dolida, el frío estremecedor, el agobiante calor, las injusticas inefables, la entrega sin mañana y la humildad silenciosa… ya nadie quiere sufrir. Esta es la llave de la puerta del conocimiento del amor. Pocos quedan que se animan a tomar la llave y salir de sí mismos…

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Pol

Writer. Pic of abuelo (c.1930)